Veinticinco Poemas y un Epílogo
Autor: Bartolomé Sánchez de Medina
Producción editorial:Imp. UBRICOLOR S.A.L.
14x 19 cm., 64 págs.,
Editado en 1989
Encuadernación rústica en color.
D.L. CA-918/ 89
Estimado lector:
El título de este librito, «Veinticinco Poemas, un Epílogo», aparece como descolgado, atemático y sin una luz que sugiera lo más mínimo acerca de la unidad o núcleo que pueda haber en estas veinticinco composiciones. Así es, se trata de poemas que son cada uno un mundo aparte.
Podríamos pensar que «Sierra y Alma» y «Mar » tienen un mismo tratamiento, y creo que no es así, mientras que el primero presenta una mística por la que el alma tiende a unirse con el paisaje de la sierra, para llegar a una plenitud de éxtasis, en «Mar» se establece un paralelismo de sensaciones externas e in¬ternas, causadas éstas por las externas.
No existe relación entre los poemas «Guerra» y «Desarme», en el sentido de que fueron compuestos en diferentes momentos, «Guerra» este verano y «Desarme» hace un par de años; también, este último poema es de talante fácil, musical y festivo, que contrasta con el de «Guerra», repleto de símbolos, metáforas sinestésicas y contrastes.
«Guerra» puede aplicarse a cualquier época, no hace referencia a ningún momento determinado, mientras que «Desarme» hace referencia a la actualidad. Por cierto, este último poema fue compuesto por mi hija María de la O, y conformado por mí.
Así podríamos repasar uno por uno cada poema y constataría la independencia y aislamiento de cada uno con respecto a los demás.
Hay elementos surrealistas en algunas composiciones, sobre todo en las que el tema es un agón o una lucha del hombre para llegar a la liberación: muerte, sufrimiento, delirio, polución, etc.
La religiosidad está plasmada en «Saeta» y «Costalero», la religiosidad que forma parte del acervo de una cultura y tradición arrastrada de padres a hijos y, que en realidad, es una forma de exteriorizar el sentimiento colectivo religioso, acomodado a la idiosincrasia de los pueblos del sur, producto de la decantación de varias culturas primitivas. Es ese agón o lucha cuya representación sirve de catarsis o liberación de los terribles problemas de la condición humana.
En síntesis, veinticinco composiciones, independiente unas de otras con una visión de la realidad no objetivizada, sino lo que se refleja en el espejo o alma del poeta, la consciencia del poeta, es producto de sensaciones, de temores, asociaciones de imágenes, que, a manera de figuras independientes las ordena, ensambla y produce un todo en unidad.
En «. . . ad ventura saecula» se nos ofrece una visión onírica ( propia de los sueños ), grotesca, «… hacia los siglos venideros’, si la estupidez humana de hacer de los medios un fin y la sociedad va perdiendo su propia identidad olvidando la tradición, la escala de valores, se hará realidad, pero no deja de ser un sueño, una ficción.
Por último, el Epílogo es un humilde manifiesto poético y un deseo; una aspiración a emprender un largo y arduo camino, cuando creo que todavía estoy esperando a que amanezca. Ya llegará la mañana.
No pretendo cansarte, amigo lector, solamente espero que leas estos poemas y te aporten algo bueno, aunque sea alguna preocupación, siempre y cuando te obligue a luchar por algo que merezca la pena para los demás y para tí, sin olvidar, valga el tópico moral, que la caridad comienza por uno mismo.
El autor
Ubrique, Octubre de 1.989.
INDICE
Prólogo
Sierra y Alma
Mar
Viento de Levante
Beber en los nueve Caños
A1 Pianista José Manuel Grela
Grazalema
Ubrique
Desnudo Femenino
. . ad ventura saecula?
Primavera Alada
A Juana «La Coja”
«Procura, Maestro, hacer bien el paseíllo»
(Ala muerte de Paquirri)
Sol de invierno
Inspiración
A1 borde del Delirio
Polución
Mi ausecia
Costalero
Agonía
La saenta
Patacabra
Guerra
Desarme
La Guitarra Flamenca
A mi Mujer
Epílogo
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